lunes, 2 de marzo de 2009

Vía Crucis

Rev. Diac. Freddy Vargas


Viacrucis o Vía Crucis significa «camino de la cruz» y se refiere a las diferentes etapas o momentos vividos por Jesucristo desde el momento en que fue aprehendido hasta su Crucifixión y sepultura. La expresión se usa también comúnmente para expresar todo tipo de dificultades que se presentan en la vida cuando se quieren alcanzar ciertos objetivos.

La costumbre es hacer un recorrido grupal que puede tener lugar dentro del templo o por las calles, deteniéndose en cada estación y haciendo una oración en cada una, una lectura de algún pasaje del evangelio o también un canto. Es una práctica que fundamentalmente se realiza el Viernes Santo. También es costumbre esta práctica en los viernes de Cuaresma.

En la Parroquia El Buen Pastor tendremos Vía crucis todos los viernes de Cuaresma después de Misa de las 6:30 P.M

Unámonos todos en procesión a caminar junto a Jesús.

Mensaje de los Obispos al pueblo Dominicano

Mons. Pablo Cedano Cedano

La Conferencia Episcopal Dominicana en su acostumbrado Mensaje del 27 de febrero al país, analiza la realidad en que está viviendo la nación en relación a la violencia que sigue avanzando y creando un estado de inseguridad y de inestabilidad que a todos preocupa.

En su documento los Obispos ven la necesidad de unir esfuerzos en la construcción de la paz, muestran preocupación por el alto índice de violencia y criminalidad existente en el país, aún por parte de las autoridades civiles y militares, lo cual crea tensión y desequilibrio a la ciudadanía en general.

Lamentan la corrupción estatal en la administración pública, la carestía de los servicios públicos y de los productos de primera necesidad por el afán de lucro sin importar los medios, todo lo cual se constituye en delito y violencia en contra de los bienes y servicios del Estado y de los consumidores.

Entre otros males, los Obispos señalan también el sufrimiento de la sociedad por el incremento de la criminalidad, robos, narcotráfico, muertes, violencia intrafamiliar, divorcios, abortos clandestinos, desempleos, nuevos sectores de pobreza extrema, alcoholismo, sexualismo, pérdida de nuestros valores culturales tradicionales, y el incremento de anti-valores propios e importados.

Por otra parte los Obispos solicitan a todos los sectores público y privados, al Estado, a los empresarios, economistas y al pueblo en general, asumir la cuota de esfuerzo correspondiente a cada grupo y personas para que salvemos y desarrollemos nuestro país y volvamos a trabajar y dormir con tranquilidad.

Ven como necesario reforzar más la educación para la creación de una conciencia ciudadana, aplicar la justicia social, entender el sentido social y de bien común de la riqueza.

Los Obispos tocan también el tema de la ecología y condenan la deforestación indiscriminada, especialmente en las cuencas de los ríos, contaminación de ríos y cañadas, y del medio ambiente por la basura, ruidos, humo de industrias y carros…

Esperamos y oramos al Señor para que las propuestas de las siete comisiones que trabajaron arduamente en la Cumbre, y que fueron presentadas al Señor Presidente de la República, sean profundizadas, planificadas y ejecutadas por orden de prioridades y posibilidades para bien del país, especialmente de los más pobres, teniendo presente que el mal se vence a fuerza del bien, y que nada es imposible para Dios.

Preparando a los misioneros del Buen Pastor

Mons. Pablo Cedano Cedano

En parroquia El Buen Pastor, en comunión con las 205 parroquias de nuestra Arquidiócesis, estamos en sintonía con el Papa y los Obispos latinoamericanos en el documento de Aparecida nos dicen:

“¡Necesitamos un nuevo Pentecostés! ¡Necesitamos salir al encuentro de las personas, de las familias de las comunidades y de los pueblos para comunicarles y compartir el don del encuentro con Cristo…! No podemos quedarnos tranquilos en espera pasiva en nuestros templos, sino que urge acudir en todas las direcciones para proclamar que el mal y la muerte no tienen la última palabra, que el amor es más fuerte, que hemos sido liberados y salvados por la victoria pascual del Señor de la historia, que Él nos convoca en la Iglesia, y que quiere aumentar el número de sus discípulos y misioneros en la construcción de su Reino en nuestro Continente” (Aparecida 549).

En nuestra parroquia queremos responder al Papa a Benedicto XVI que “nos ha invitado a una misión evangelizadora que convoque a todas las fuerzas vivas de este inmenso rebaño que es pueblo de Dios en América Latina y el caribe: sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que se prodigan, muchas veces con inmensas dificultados, para la difusión de la verdad del Evangelio” (551).

En nuestra Arquidiócesis más de 12 mil misioneros, han recibido las dos primeras formaciones. En nuestra parroquia nos preparamos para impartir la segunda formación a unos 180 misioneros e iniciaremos próximamente otra primera formación para los que no pudieron participar en la primera.

¿Quiénes pueden y deben misionar?
Los que participan en comunidades, grupos y movimientos de la parroquia, los que se han iniciado o se están iniciando en la vida cristiana de la parroquia y quieren formarse y comprometerse en la misión, y las personas mayores y enfermas con sus oraciones, también pueden anotarse como misioneros y misioneras.

Jesus es el nuevo ADAN


Rev. P. Manuel Antonio García


El Espíritu quiere que vivamos seducidos por Dios. Por eso iniciamos el camino hacia la Pascua. Iniciamos con el Miércoles de Cenizas un proceso de revisión personal: individual y comunitaria. 40 días como nuestro Maestro Jesucristo en el desierto de esta vida.

En esta Eucaristía que celebramos recobra fuerza la primera predicación de Jesús: "¡Conviértanse!". La vida del hombre sobre la tierra será siempre un combate en contra de la tentación, esfuerzo continuo por convertirse del orgullo, las preocupaciones mundanas superficiales y contra la sexualidad desenfrenada.

Pero lo que viene a continuación es desalentador. En los verdaderos convertidos el cambio sigue en pie, ellos van subiendo cada vez más. Nosotros sin embargo, caemos de nuevo en la mediocridad e incluso en el mal. Nuestra conversión no era en el fondo más que una pequeña fiebre de santidad.

"Crean en la Buena Nueva"…."Los ángeles le servían". Siempre que en la escritura se menciona lo nuevo nos refiere al proyecto creacional de Dios, donde Jesús es el nuevo Adán, pues el primero había dudado de la promesa divina. Es Jesús quien sale vencedor.

Es posible ir al Paraíso donde los ángeles sirven una comida al nuevo Adán, y los animales salvajes forman su corte. Sentido de experiencia espiritual comunitaria cuaresmal.

Como el Espíritu "revoloteaba" en la primera creación, toda nueva creación de vida tiene como clave al Espíritu. Es el que lleva al Pueblo de Dios y a Jesús al desierto, quien, guiado por el Espíritu, se encuentra en el desierto ante su propia verdad, debe enfrentar los retos de la vida con personas envueltas en las terribles prácticas de la malevolencia, la insidia, la crítica y en el juicio duro, despiadado.

Se trata de la lucha por adquirir y cultivar una conciencia pura, contra las posibles desviaciones a que está sometido el camino que vamos a recorrer.

La vida en el Espíritu que nos dan los sacramentos de la Iglesia no es parada, no es nido, sino camino, itinerario que ha de inventarse día a día.

Jesús venció las mismas dificultades que debe superar cualquiera de sus seguidores.