jueves, 5 de noviembre de 2009

Nombres y el significado de algunos ornamentos litúrgicos de los ministros ordenados



EL ALBA

Los clérigos, (y los laicos que sirven en el altar) se visten una túnica que los cubre de arriba abajo, y que, por ser siempre blanca, ha recibido el mismo nombre de su adjetivo en latín:
alba.

Es uno de los más importantes ornamentos litúrgicos. Proviene de la túnica blanca que llevaban los griegos y romanos en tiempo del Imperio.

Místicamente nos recuerda la pureza de corazón que ha de poseer el que la lleva, como la oración que dicen los consagrados al ponérsela: Hazme puro, Señor, y limpia mi corazón, para que, santificado por la sangre del cordero, pueda gozar de las delicias eternas.

El alba significa la vestidura blanca que le hizo poner Herodes a Jesús.



EL CÍNGULO

Para que el ALBA, se adapte convenientemente al cuerpo del que la lleva y quede redondeada por su parte inferior sin que cuelgue por ningún lado, el clérigo se ciñe sobre ella un grueso cordón, el CÍNGULO, que puede ser blanco, dorado o del color litúrgico del día; el cual, fijado primero por delante y haciéndolo cruzar por detrás, vuelve simplemente a cada lado, desde donde cuelga hacia abajo el cordón que sobra, y que ordinariamente va rematado por una borla.

Espiritualmente nos recuerda, según la oración que reza el sacerdote, la necesidad de luchar contra las bajas pasiones de la carne: Cíñeme, Señor, con el cíngulo de la pureza, y apaga en mis carnes el fuego de la concupiscencia, para que more siempre en mí la virtud de la continencia y castidad.

El Cíngulo significa las cuerdas con que fue atado Nuestro Señor en el huerto de los Olivos.



ESTOLA

La Estola sólo la pueden llevar los Obispos, Sacerdotes y Diáconos, aunque de un modo distinto cada uno. El diácono la lleva sobre el hombro izquierdo y la hace cruzar a su lado derecho sujetándola con el cíngulo. El Sacerdote, y el Obispo simplemente colgando del cuello.

Espiritualmente, la Estola puede recordarnos la dignidad de hijos de Dios que desgraciadamente perdimos por el pecado de Adán y Eva, y así, al ver que el sacerdote, que es nuestro representante ante el Altísimo, lleva la estola puesta, podemos gozosamente contar con que la divina gracia nos devolverá aquella dignidad y herencia que le corresponde, es decir, la eterna Gloria.

La Iglesia hace pedir, al imponérsela el Sacerdote, la inmortalidad, perdida por el pecado, y el premio de nuestro último y feliz destino: Devuélveme, Señor, la estola de la inmortalidad, que perdí con la prevaricación del primer padre, y aún cuando me acerque, sin ser digno, a celebrar tus sagrados misterios, haz que merezca el gozo sempiterno.

La estola significa las sogas con que Nuestro Señor fue arrastrado al Calvario.

LA CASULLA

Es el ornamento propio del sacerdote durante la celebración de la Santa Misa y el más importante de todos. La palabra Casulla, que significa tienda; dado que la casulla es de tela, viene a indicar que, así como la vela de una tienda de campaña la cubre totalmente, de igual modo la casulla que ha de ser de seda, del color litúrgico del día, y también ornamentada como sea posible.

Espiritualmente, la casulla nos recuerda el suave yugo de la ley del Señor.
La oración que reza el Sacerdote al revestirse de ella es: Señor, que has dicho:
“Mi yugo es suave y mi carga ligera”, haz que lo lleve de tal modo, que consiga tu gracia. Amén.

La casulla significa el vestido de púrpura puesto a Jesús cuando le trataron en son de burla como rey.

Diac. Freddy Vargas

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