sábado, 10 de enero de 2009

La Eucaristía actualiza nuestro Bautismo


Por P. Manuel Ant. García

¿A QUIEN ADORAMOS EN LA SANTA MISA?
¿Qué hemos celebrado todos estos días? ¿Qué estilo de vida nos pide a quien celebramos cada Domingo y cada día?

A Jesús, el Siervo de Yahvé, con su estilo propio, el de Hijo de Dios. No recurre a la violencia, ni a gritos y pasó haciendo el bien.

Hoy termina el tiempo de Navidad con el Bautismo de Jesús, y nos recuerda que nuestro bautismo es algo más que una ceremonia, es una vida desde la humildad, porque la salvación viene de lo Alto y se ha hecho encarnación como hemos visto estos días:

Navidad: la humildad y pobreza del nacimiento de Jesús
Sagrada Familia: la sencillez y fortaleza del hogar familiar con San José, el carpintero
Año Nuevo: la maternidad divina y virginal de Santa María
Epifanía: la Salvación que brota del Niño Dios en el pesebre
El Bautismo de Nuestro Señor: Dios se ha manifestado plenamente en el Hombre de Nazaret

Se trata del estilo de vida de los Bautizados. El primer acto de la vida de Jesús comienza como todos los hombres piadosos de su tiempo. No quiere ser nadie especial, fuera de lo común, sino como tú y como yo. Es el hombre de Nazaret, el carpintero del pueblo, que se sabe el "amado" del Padre.

Es el Cristo – ungido de Dios con la misión de anunciar y realizar el Reino, viviendo como y para los demás.

Es el misterio del silencio Divino hecho Palabra humana.

Toda persona bautizada en la fe de la Iglesia, gracias a la entrega del Hijo de Dios, posee una esperanza que no defrauda.

La tierra se ha convertido en morada de Dios encarnado que está con nosotros como hermano y amigo.

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